Conoce Más Sobre Nosotros…

La Casita del Árbol le ofrece a sus estudiantes una educación alternativa centrada en el bienestar emocional, físico, cognitivo, social, lingüístico y creativo de cada niño y niña. Nuestros programas educativos enriquecen la vida de la niñez que atendemos al proveerles diversas experiencias que les ayudan a: conocerse a sí mismos, ponerse en contacto con su cuerpo, sus pensamientos y sus emociones, establecer relaciones sociales positivas, apreciar y respetar el ambiente que nos rodea, a la vez que aprenden y dominan las destrezas y conocimientos requeridos para su nivel. Partimos de la premisa que las Experiencias Educativas Significativas no están dirigidas por estándares… están dirigidas por las necesidades e intereses de los seres humanos que la comparten. Nuestro currículo es emergente, es un proceso dinámico de exploración, investigación y experimentación que se planifica y se desarrolla al encontrar un interés en común entre l@s chic@s y su Facilitador@ Educativ@. Nuestr@s chic@s son los protagonistas de su experiencia educativa ya que el proceso creativo, el contexto, las ideas y el conocimiento previo que empujan y sostienen estos proyectos viene de cada grupo como comunidad educativa particular.

sábado, 7 de mayo de 2011

La dicha de hacer lo que hago...


El Internet ha sido una ventana maravillosa en mi carrera como maestra… Ha sido aquí, mediante esta herramienta, que he encontrado la inspiración y motivación para ser una maestra diferente. Dios ha puesto en mi camino ciertos artículos que me han motivado a estudiar a profundidad métodos como el de Reggio Emilia, Waldorf y Sudbery. Es gracias a este estudio extensivo de los diversos métodos de educación alternativa que he ido mejorando mis prácticas educativas. Me falta mucho camino por recorrer, pero ya esta sembrada la semilla en mí. Es una dicha poder hacer lo que hago… poner en práctica lo que he aprendido sin las presiones de los sistemas educativos (que te empujan a cubrir material a la carrera sin importar quien se quede atrás). Más aún, hacerlo con un grupo de chic@s (incluyendo a mi hija) que estará conmigo por lo menos tres años. Permitiéndome conocer a cada individuo profundamente y trabajar con las necesidades y fortalezas de cada un@ de ell@s. Somos una familia, una comunidad pequeña… soy una maestra bendecida.

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