La Casita del Árbol es una organización sin fines de lucro con el propósito de proveerle una Educación Alternativa de Alta Calidad a la niñez puertorriqueña.
Conoce Más Sobre Nosotros…
La Casita del Árbol le ofrece a sus estudiantes una educación alternativa centrada en el bienestar emocional, físico, cognitivo, social, lingüístico y creativo de cada niño y niña. Nuestros programas educativos enriquecen la vida de la niñez que atendemos al proveerles diversas experiencias que les ayudan a: conocerse a sí mismos, ponerse en contacto con su cuerpo, sus pensamientos y sus emociones, establecer relaciones sociales positivas, apreciar y respetar el ambiente que nos rodea, a la vez que aprenden y dominan las destrezas y conocimientos requeridos para su nivel.
Partimos de la premisa que las Experiencias Educativas Significativas no están dirigidas por estándares… están dirigidas por las necesidades e intereses de los seres humanos que la comparten.
Nuestro currículo es emergente, es un proceso dinámico de exploración, investigación y experimentación que se planifica y se desarrolla al encontrar un interés en común entre l@s chic@s y su Facilitador@ Educativ@.
Nuestr@s chic@s son los protagonistas de su experiencia educativa ya que el proceso creativo, el contexto, las ideas y el conocimiento previo que empujan y sostienen estos proyectos viene de cada grupo como comunidad educativa particular.
jueves, 18 de septiembre de 2014
Viviendas Naturales 4; Nuestro Modelo de Tipi por Dentro
Luego de ver todas las cosas que había en el interior de un Tipi, l@s chic@s empezaron a idear cómo podrían representar estas cosas en sus modelos.
Leímos sobre la cubierta interior y les llamó mucho la atención. La cubierta le daba un toque acogedor al tipi por dentro, además le permitía a todas las familias expresarse creativamente en las paredes de sus tipis. Esto ya que solo los chamanes, los guerreros y los jefes podían pintar sus tipis por fuera (usualmente con imágenes que les llegaban en un sueño o una visión).
En la cubierta interior las familias podían pintar lo que quisieran. Ya fueran plenas decoraciones o historias de la familia.
En esta cubierta Lola pintó un momento de guerra entre la tribu y unos vaqueros... y justo al lado luego de la guerra, l@s niñ@s jugando la orilla del río y los adultos mirando.
Amarramos la cubierta interior con hilo aguja...
Añadimos las camas (que habíamos cortado previamente) de telas y cuero de vaca, una fogata de lana anaranjada y ramitas del patio y LISTO.
No hay quien me saque de esta esquina en mi tiempo libre...
Gracias por visitarnos, recuerda compartir nuestra página...
Saludos
K
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